Artes marciales para niños ¿Cuál es la mejor?

En México se ofrecen muchas artes marciales para niños: Taekwondo, Karate, Kung Fu, Judo, Jiu Jitsu…

Pero… ¿Cuál es el mejor?

Todos los maestros tratamos de convencer a las personas de que nuestro arte marcial es mejor que otros.

Nos apasionamos mucho con nuestra identidad aunque a veces los niños ni se den cuenta y asistan felices a su clase de Karate, sin saber si está haciendo Taekwondo o Kung Fu.

Entonces, ¿qué diferencia hay entre tantas artes marciales para niños?

La verdad es que no son tantas y mucho menos tan grandes e infranqueables.

A los maestros de artes marciales, por nuestra especialización nos saltan a la vista muchísimas diferencias entre cada arte, nos pueden parecer hasta opuestas, pero si reflexionamos un poco hay muchas más similitudes que diferencias.

Cualquier arte marcial tiene más en común con cualquier otro arte marcial que por ejemplo con el fútbol, o con la pintura al óleo.

Entonces podemos aprovechar estas similitudes en beneficio de los niños y centrarnos en lo positivo que las artes marciales pueden dar a los niños.

¿Qué hay en común en las artes marciales positivo para los niños?

1. Son actividades individuales pero se entrenan en equipo. Es decir, el niño o la niña puede experimentar progresos con respecto a si mismo pero también beneficiarse del entrenamiento con compañeros y “entrenar” capacidades de socialización como charlar, hacer valer su opinión, cooperar, etc.
2. En todas las artes marciales HAY QUE MOVERSE, hasta el momento no he encontrado un arte marcial que se aprenda sentado o estudiando un libro sobre la teoría del respectivo arte. Se aprende haciendo.
3. Promueven valores. En muchas artes marciales existen principios y códigos de conducta que rigen el comportamiento en la escuela y fuera de ella.

Entonces, independientemente de que tipo de arte marcial vaya a practicar el niño. El programa de ese arte marcial deberá de estar orientado hacia el desarrollo infantil.

Hay ciertas cosas que los niños pueden y deben aprender a cierta edad, y hay ciertas cosas que tocará desarrollar más grandes.

Si una clase provee los contenidos adecuados a la edad adecuada y de una forma adecuada, entonces aportará lo necesario al niño para un crecimiento integral y armónico.

Un niño que aprendió un buen Judo adaptado a niños, a los 12, 13 o 14 o cuando quiera podrá hacer un buen Taekwondo, Karate, etc.

Pero también puede haber muchos lugares en que la orientación de las artes marciales no sea tan positiva para los niños.

Entonces ¿En qué me debo de fijar para elegir una escuela de artes marciales para niños?

A continuación menciono cinco puntos importantes para elegir actividades de artes marciales:

1. Entorno seguro: Es básico, sobra decir que practicar un arte marcial en un piso de cemento puede resultar muy peligroso.
2. Ambiente positivo: Es muy difícil aprender o mejorar en una ambiente hostil y de miedo.
3. Capacitación o experiencia en el arte marcial: Si bien no es necesario que la persona que entrena a los niños haya sido tres veces campeón del universo si es importante que tenga bases técnicas sólidas sobre lo que esta enseñando.
4. Capacitación o experiencia como docente del arte marcial: Una cosa es dominar el arte y otra cosa enseñarlo, una cosa es enseñar a adultos, o a competidores y otra a niños. Ya no podemos seguir enseñando como nos tocó a nosotros porque simplemente vivimos en otro contexto.
5. Sentido común: El más importante, si usted siente o ve algo que no le gusta, platique con el instructor o director de la academia. Infórmese de fuentes alternativas.

Un último punto, si ya decidió que su hijo aprenda y practique un arte marcial, a su hijo le gusta y usted observa beneficios, por favor apóyelo para que asista a todas sus clases, el aprendizaje es todos los días.

Entonces, ¿cuál es el mejor arte marcial para niños?

La respuesta es muy sencilla, aquel en el que el niño aprende y disfruta.

Lo más importante es que las clases de artes marciales para niños, sean eso, artes marciales para niños, no fabricas de campeones ni clubes de pelea.

El arte marcial (y el deporte) en la infancia deberá de ser formativo.

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