Mi hijo tiene pocas habilidades para el taekwondo (o cualquier otra actividad) ¿vale la pena que practique?

 

Esta pregunta se la suelen hacer muchos padres familia, no solo en el ámbito del taekwondo sino en cualquier actividad deportiva o cultural, pareciera que si el niño o la niña no tienen cualidades que lo hagan sobresalir o que nos hagan pensar en un futuro promisorio la práctica pudiera ser una perdida de tiempo.

 

Lo primero a tomar en cuenta para tomar una decisión sobre si el niño debe de continuar o abandonar la práctica es la opinión del niño, pues es él el principal responsable de sus decisiones. Si el niño disfruta del taekwondo (o del karate, judo, futbol, gimnasia, baile) y ni siquiera se da cuenta si tiene pocas o muchas habilidades no hay mucho que pensar, debe de continuar con la práctica y el enfoque principal de la misma será continuar con el desarrollo de sus capacidades, si esto se realiza de manera correcta tendrá que haber progreso siempre, aunque sea imperceptible. A veces los adultos nos preocupamos demasiado por el futuro cuando lo realmente importante es el día a día.

 

Si el niño ya no quiere participar entonces la actividad ya no es lo suficientemente placentera para él, esto no es esencialmente malo pues los seres humanos (adultos y niños) cambiamos de intereses muchas veces durante nuestra vida. Sin embargo considero importante averiguar a qué se debe el cambio de interés.

Escalando
Los beneficios para la motricidad de escalar son muchísimos, sin un niño muestra interés por hacerlo ¡hay que apoyarlo!

 

Ahora quiero practicar escalada en roca…

 

Si le llama la atención otra actividad hay que pensar que los cambios son saludables y hacer otra actividad puede traer aire fresco a la vida del niño, no solo a nivel psicológico sino también a nivel físico. Sería una vida muy aburrida en la que tomáramos una decisión (o la tomen por nosotros) al principio de nuestra vida y nos tuviéramos que someter a la misma por el resto de nuestra existencia, siempre es preferible que el niño siga atraído por la actividad física (sea cual sea) a que termine odiándola debido a la obligación.

 

Tampoco se puede caer en el extremo de que cada mes los niños cambian de futbol a gimnasia y luego a futbol americano y luego a cualquier otra cosa. Esto no es bueno por muchos razones además de que no es muy practico, considero un buen ciclo (aunque esto no más que una opinión basada en la experiencia) un año pues es un tiempo adecuado para que los niños conozcan una actividad lo suficiente para saber si les gusta o no.

 

Es que no soy bueno…

 

Este tipo de pensamientos pueden ser provocados por diferentes razones, por ejemplo si la orientación de la actividad esta demasiado inclinada hacia la competencia será normal que haya ciertos niños que tengan mayores capacidades para el área competitiva de la actividad. Sin embargo sería un error muy grande el pensar que la práctica deportiva sólo es válida para los niños cuyas capacidades sobresalen, por diferentes razones, menciono algunas.

 

  1. No sabemos la edad biológica.

 

Este es un tema interesante en el deporte infantil, por lo general las divisiones de edad se hacen tomando en cuenta la edad cronológica que en los niños puede ser muy diferente de la edad biológica. Por ejemplo, podemos tener a dos niños de ocho años y uno de ellos tener un desarrollo más parecido al de uno de 6 y él otro al de uno de 10. Si los comparamos uno puede parecer más hábil que el otro, pero esto no quiere decir que uno tenga más cualidades que el otro. Así que desde esa óptica no podemos hacer conclusiones sobre la aptitud o no aptitud de un niño para la actividad.

 

En un grupo aparentemente homogéneo de niños pueden existir estados de desarrollo muy diferentes.
En un grupo aparentemente homogéneo de niños pueden existir estados de desarrollo muy diferentes.

 

  1. El objetivo del deporte debe de ser el desarrollo personal

 

Incluso si un niño tuviera pocas habilidades o ninguna, o no tuviera el cuerpo idóneo para llevar su deporte al máximo nivel en la edad adulta. Esto no quiere decir que no pueda obtener beneficio de la actividad, la prioridad del deporte debe de ser ayudar a la persona y no al revés.

 

Entonces, puede que haya un niño cuyas capacidades para el futbol no sean las mismas que las del resto de sus compañeros pero esto no quiere decir que tenga que estar en la banca todos los partidos. Si algo así sucede el problema del niño no es el futbol, simplemente es que en esa escuela él no importa, en ese caso yo recomendaría ampliamente cambiar al niño a un lugar en donde tenga más participación. No importa si es la escuela del Manchester United (aunque curiosamente hay escuelas de grandes clubes en Europa que promueven una iniciación al futbol menos competitiva pues saben de sus beneficios, al menos en Europa), la mejor escuela de futbol será aquella en la que su hijo esté feliz. Nadie mejora sus habilidades desde la banca. Cito un fragmento del artículo al que ridirijo:

“El padrino del fútbol en Holanda, Rinus Michel una vez dijo:

Los buenos entrenadores utilizan los criterios básicos de fútbol en la calle por su importancia en el desarrollo de los jóvenes futbolistas; se dan cuenta de que estos elementos producen un proceso natural que promueven la formación más eficaz para los niños”

Se debe de mantener el espíritu del deporte callejero, hacerlo por diversión.
Se debe de mantener el espíritu del deporte callejero, hacerlo por diversión.
  1. ¿Realmente tiene malos genes para el deporte?

Este es un pensamiento muy común y determinista, sin embargo no podemos tomar decisiones en nuestra vida o la de los niños pensando en una supuesta predisposición genética al ejercicio, y mucho menos le debemos de transmitir esta idea a los niños que solo tienen que disfrutar la actividad y ya. El 99.5% de nuestros genes son iguales y hasta hace poco tiempo (evolutivamente hablando) la eficiencia física era fundamental para sobrevivir, nuestros genes están preparados para el estrés de la vida salvaje. Si un niño ha vivido su corta existencia condenado a jugar en interiores es normal que sus capacidades no se expresen más no quiere decir que no haya capacidad. Quizá también haya cierta tradición al sedentarismo por parte de la familia, pero esto seguramente se dio en tiempos demasiado recientes como para que haya cambios genéticos.

No niego que haya cierta influencia genética pero no es el único factor que favorece el desarrollo deportivo, y mucho menos es el factor determinante. La motivación es factor mucho más importante que los genes.

El que el niño no mida dos metros y no sea blanco no quiere decir que no tenga talento para el basquetbol.
El que el niño no mida dos metros y no sea blanco no quiere decir que no tenga talento para el basquetbol.
  1. El deporte no está adaptado al niño.

El deporte o el arte marcial debe de ser una herramienta de desarrollo personal, si bien la competencia puede ayudar esto no siempre ocurre e incluso puede resultar contraproducente. En artes marciales y deportes de combate, sobre todo en los que hay contacto completo hay un riesgo muy grande si se enfrenta a dos niños con diferentes capacidades deportivas, no importa si son del mismo grado o la edad. En casos como éste no es valida la opinión de que la competencia ayuda a los niños a mejorar, porque simplemente no hay competencia. Uno de los niños es muy superior (en esa área particular de la disciplina) a otro que simplemente no tiene las herramientas y no vale la pena arriesgar la integridad física y emocional del menos hábil.

Hacer a un niño participar en “retos” como éste, puede ocasionar que el niño tenga la falsa impresión de que no es bueno. Debemos de pensar en estrategias que permitan que los niños vayan pasando de una etapa del deporte a otra de manera gradual.

 

Conclusión

 

Como mencioné al principio, lo más importante debe de ser la opinión del niño para que disfrute las actividades deportivas pues esto asegura el camino hacia una vida activa y más saludable en el largo plazo. Si los padres averiguan que es por un cambio de interés, hay que redirigir al niño hacia otro deporte. Si es por causas externas al niños, pero éste disfruta la actividad. Habrá que buscar otra escuela para continuar con la formación del niño.

Y no debemos olvidar que si el niño es poco hábil y entrena, seguramente llegará mucho más lejos que si es poco hábil y abandona la actividad física. ¿Qué tan lejos? Hasta donde él niño quiera llegar.

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