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Formar niños exitosos en el deporte: El caso Andre Agassi

“Mi padre dice que si golpeo 2,500 pelotas cada día, habré golpeado 17,500 a la semana. Y para el fin del año, habré golpeado cerca de un millón de pelotas. El cree en las matemáticas. Dice él que los números no mienten, un chico que golpea un millón de pelotas cada día será imbatible”

                                                                                                Andre Agassi

Ahí está la clave y te la acabo de regalar, el secreto de formar niños exitosos en el deporte. Si tienes un hijo que practica taekwondo, entonces se tratará de que haga 2,500 patadas al día. Si tu hijo juega futbol, de que toque el balón 2,500 veces. ¿Quieres un hijo matemático? 2,500 operaciones al día. ¿Te suena bien? Ojalá las cosas fueran tan sencillas pero como vas a leer en este artículo no son de esa forma.

Todo mundo sabemos quien es Andre Agassi, o por lo menos los que nacimos antes de 1995. Uno de los grandes tenistas de la historia. Ganador de 8 torneos de Grand Slam y además uno de los pocos en conseguir el llamado “Golden Slam”. Hace unos años escribió su autobiografía en los que describe su vida desde niño. Información muy valiosa sobre el deporte como ve el deporte infantil un deportista exitoso.

¿Cuándo iniciar a los niños en el deporte?

El padre de Andre lo tenía claro, uno de sus hijos iba a ser tenista profesional. Como no pudo hacerlo con sus hermanos, el elegido fue Andre. “Mi padre decidió desde antes de que naciera que yo sería un tenista profesional”. A los dos años le regala su primera raqueta.

cancha de tenis
Desde antes de que su hijo naciera, el señor Agassi ya sabía que el destino de Andre era el tenis.

Buena parte de la predilección del padre de Andre por el tenis tiene que ver con el dinero. Sabe que lo tenistas ganan mucho y sabe de las cantidades que se mueven en el circuito profesional. Lleva a Andre a ver competencias de tenis en las que se ven mujeres hermosas vestidas como Cleopatra.

No tiene duda que es la vida que quiere para su hijo. Queda claro que en ningún momento le pregunta a su hijo lo que él quiere. Y nunca lo haría (al menos en el libro).

“Pégale antes, mi padre grita. Maldita sea Andre, pégale antes. Dale a la bola, dale a la bola”.

La relación padre-hijo

Todos los esfuerzos de la vida del papá de Andre van orientados hacia el futuro éxito de su hijo. Compra una casa en el desierto alejada de la ciudad  y lo suficientemente grande para que quepa una cancha de tenis. Modifica una máquina lanzapelotas elevándola sobre una plataforma para que a Andre le sea más complicado devolver el saque. Además eleva la red por encima de la altura estándar para que cuando su hijo sea adulto no tenga problemas con una red normal. Y seguramente muchas de esas acciones ayudaron a Andre a alcanzar el nivel que logró. Pero también pudieron ocasionar su primer retiro.

Conforme el niño crece su talento queda claro y comienza a ganar fama local. El padre busca cualquier oportunidad para que su hijo juegue. Llegando al punto de utilizarlo para retar a adultos en apuestas. En una ocasión se encontraba un famoso jugador de fútbol americano en el club al que llevaban a Andre a jugar. El padre retó a ese hombre a un partido de tenis. Obviamente no para jugar contra él, sino para que su hijo lo hiciera. Andre, de 8 años derrota al hombre. Aunque deja claro que el motivo principal no es las ganas de ganar sino el miedo a la reacción del padre en caso de perder.

Palabras de aliento y la práctica de otro deporte

A esa edad el niño prefiere jugar fútbol en vez de tenis dejando claro que no le gustan los deportes. “Pero, si debiera jugar un deporte para complacer a mi padre, jugaría fútbol”. En ese gusto influye la responsabilidad compartida.  Si no anota no pasa nada, es culpa de todo el equipo. La única razón por la que el señor permite jugar a su hijo fútbol es porque piensa que lo ayuda con su trabajo de pies. Eso es muy interesante porque al menos tiene conciencia de el beneficio que representa practicar muchos deportes para los niños. Aunque ese gusto le dura muy poco, un día Andre se lesiona en el fútbol y su padre le prohíbe jugarlo por siempre.

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A veces te tienes que conformar con ver el futbol ya que tu destino es ser el mejor tenista.

Menciono todos estos sucesos en la vida del Andre porque son errores en que se pueden caer con los niños. Más adelante Agassi enfrentará diversas crisis quizás provocadas por el conflicto que sentía entre odiar el tenis y la certeza de saber que era muy talentoso para el mismo. Cuando le preguntaron si en algún momento recibió algún tipo de halagos por parte de su padre o si todo el tiempo recibió críticas. Respondió “Después de tres derrotas en tres finales de Grand Slam finalmente gané – contra Goran Ivanisevic, en Wimbledon. Cuando llamé a casa y le conté a mi padre, el dijo: “¿Cómo pudiste haber perdido el cuarto set?”

Compara este tipo de comentarios con los que recomienda hacer el padre de Steve Nash.  Cuyos hijos han sido exitosos en diferentes deportes.

Le tomó mucho tiempo (y una relación disfuncional por años) entender a Andre que esa era la naturaleza de su padre y que nunca iba a cambiar. Tampoco que le iba a pedir perdón en algún momento pues desde la perspectiva del señor Agassi, hizo lo correcto y con las mejores intenciones. A

La combinación de escuela y deporte

Gracias a un programa de TV, el padre de Andre da con una escuela de tenis en Florida de un entrenador famoso que produce muchos talentos para la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales): Nick Bolletieri. A la escuela de Nick muchos la llaman un campo militar. Al joven Andre le parece más una especie de campo de concentración. En vez de hacer trabajos forzados, golpean pelotas de tenis una y otra vez.

Por la mañana los levantan temprano para llevarlos a una escuela asociada para que los niños puedan estudiar. Es de esperarse que los niños no den su mejor rendimiento en temas académicos pero eso no es importante para los maestros. Cosa que sucede mucho en la actualidad, a cada maestro suele importarle solamente su área de estudio y nada más. A ellos no les importa su ranking mundial solo que encuentren X en determinado problema.

Al estrés académico se le suma la ansiedad social, (que seguramente también tiene un papel en el rendimiento académico de nuestros niños en la escuela), comenta Agassi:

“En la Academia Bradenton, encajar requiere dinero. La mayoría de los niños son escaparates de moda en cambio yo tengo tres pares de jeans, cinco playeras, dos pares de tenis y una sudadera de cuello redondo. En clase más que pensar en La letra escarlata, estoy pensando en cuantos días por semana puedo librarme usando mi sueter, preocupándome por qué usaré cuando el clima se torne más caluroso”

Drogas y rendimiento en la escuela

Otra situación que merma el rendimiento académico de los niños es el mismo tenis. A los niños de la escuela de Bollettieri les consiguen continuamente partidos contra chicos de mayor edad o nivel haciéndoles sumamente difíciles concentrarse en los problemas académicos cuando tienen problemas tenísticos por la tarde.

Esta situación de angustia permanente termina ocasionando episodios de rebeldía cada vez más frecuentes. Después Andre comienza a probar drogas.

“Mientras peor me desempeño en la escuela, más me rebelo. Bebo, fumo marihuana, y actúo como un idiota. Estoy levemente consciente de la proporción inversa entre mis calificaciones y mi rebelión pero eso no me preocupa”.

Es una creencia común que los jóvenes inician en problemas de drogadicción por qué no se les exige suficiente. Aquí tenemos el caso de jóvenes exigidos como pocos, a los que se les pide rendir en el tenis y en la academia, y que terminan involucrándose en problemas de drogas. Es donde cabe hacerse la pregunta, si a los niños se les hace entrenar tantas horas porque son superdotados para el deporte, ¿es importante que también rindan en la escuela de forma extraordinaria?

Tiempo después Andre tendría una suspensión por dopaje y también un retiro prematuro, hasta antes de ese momento Andre menciona que no disfrutaba el tenis pues lo veía siempre como un deber y una obligación. Es hasta después de ese retiro que regresa para jugar mejor que nunca. Y a jugar por el simple gusto de hacerlo.

Encuentro entre dos padres obsesivos con el deporte.

Resulta que con los años Andre Agassi se casa con la más grande tenista de todos los tiempos: Steffi Graf. Entonces es natural que los padres de ambos se conozcan en lo que iba a resultar un choque de trenes. Peter Graf, el padre de Steffi tenía fama en Alemania de haber cortado la infancia de su hija. Así que cuando el señor Graf llegó a las Vegas lo primero que quiso conocer no fueron los casinos sino la máquina lanza-pelotas del padre de Andre.

Mientras el padre de Andre comienza a mostrar la máquina el señor Graf comienza a hacer notar las carencias del juego de Agassi. Los dos se enfrascan en una discusión que estuvo a punto de llegar a los golpes, cuando ni siquiera los dos entendían bien el idioma del otro. Ambos viviendo a través de los triunfos de sus hijos.

 

La escuela de Andre Agassi

Andre Agassi fundó la Andre Agassi Prep School en un barrio de escazos recursos en Las Vegas, con la meta de ayudar a muchos niños a cumplir sus metas. Dentro del programa deportivo de la escuela no se enseña tenis. ¿Cómo es posible que un hombre que ha logrado tanto gracias al tenis no lo incluya como parte de la esencia de su escuela? Así sucede con los grandes deportistas y sus hijos, les da igual si juegan tenis o basquetbol, o si prefieren aprender alemán. Conocen más sobre el camino del deporte y prefieren que los niños vivan su propio camino a su ritmo.

Conclusion

No suelo leer muchas biografías de deportistas pero esta me lo recomendaron mucho por el tema de la sobre exigencia a edades tempranas. Es un libro que vale la pena leer, ya sea porque tienes niños que entrenan algún deporte o simplemente si te tocó ser testigo del juego de éste grande del tenis.

De cualquier manera te dejo tres consejos para que tu hijo disfrute el deporte al máximo.

  1. Deja que tu niño elija el deporte que quiera jugar.
  2. Enséñalo a ser responsable ayudándolo a cumplir con su actividad pero sin juzgar su rendimiento.
  3. Lo primero es tu relación con tu hijo, a menos que me digas que prefieres un número 1 del mundo que te odie el resto de su vida… por favor, no contestes tan rápido.
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¡Vas a ser un campeón, es una orden! Este gesto lo tendrás que evitar para criar hijos exitosos en el deporte.

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